Edificio de Balmaseda, Bizkaia © Turespaña
Bodega en la localidad de Zalla, Bizaia © Turespaña
Museo de las Encartaciones de Avellaneda, Bizkaia © Turespaña
Cueva de Pozalagua, Valle de Carranza © Turespaña
Detalle de la fachada de la Iglesia de San Severino de Balmaseda, Bizkaia © Turespaña
Paisaje de Carranza © Turespaña
Puerto de Abanto y Ciervana © Turespaña
Naturaleza, arte e historia se unen en la comarca de las Encartaciones del País Vasco. Este territorio destaca por sus torres y fortalezas, ya que sus sierras, bosques y valles fueron el escenario de luchas señoriales durante la Edad Media. Junto a esta arquitectura defensiva, también encontrará, formando un curioso contraste, las grandiosas casas de indianos, que fueron construidas por los emigrantes enriquecidos en América.
El primer punto de la ruta por Las Encartaciones es la localidad de Güeñes, situada a unos 20 minutos en coche desde Bilbao (Vizcaya). Ahí le espera la Torre de la Cuadra, que data de finales del siglo XV y es el mejor ejemplo de casa-torre fortificada conservado en toda la comarca. Durante la visita a Güeñes podrá conocer otros monumentos, como la iglesia renacentista de Santa María o el Ayuntamiento, que se encuentra instalado en el llamado Chalet o Villa Urrutia, una casa de indiano, edificada en 1910, con detalles modernistas y de art nouveau.
Para ver más villas de este tipo, nada mejor que acercarse hasta la población de Gordexola, a 7 kilómetros. La siguiente parada del recorrido le llevará a Zalla, a 10 kilómetros, donde se ubican el palacio barroco de los Murga, del siglo XVII, actual sede del Ayuntamiento, y la Torre de Terreros, una casa-torre señorial del año 1420.
El viaje continúa hasta la principal localidad de la comarca, Balmaseda, situada a 10 minutos en coche. Entre otros lugares, no se pierda el Convento de Santa Clara, del siglo XVII; la iglesia gótica de San Severino; la Casa Consistorial, un antiguo palacio del siglo XVII de estilo castellano-montañés, o el Puente Viejo o de la Muza, que ejercía de aduana desde su construcción en la Baja Edad Media. Si, además, coincide con la celebración de su popular Mercado Medieval en el mes de mayo, el paseo resulta más que agradable.
Muy cerca, hallará el punto final del recorrido: la Casa de Juntas de Avellaneda. Este espléndido palacio-fortaleza medieval del siglo XIV es la sede del Museo de las Encartaciones, donde podrá descubrir la historia de la comarca.
Es una ruta que podrá realizar en dos días; no obstante, si cuenta con tiempo existen otras propuestas culturales, de ocio y naturaleza que podrá disfrutar en esta zona. Por ejemplo, merece la penar subir al alto de la ermita rural del Buen Suceso, en el valle de Karrantza, y contemplar las fabulosas vistas; o visitar la cueva de Pozalagua, una gruta natural repleta de estalactitas y estalagmitas, enclavada en el Parque Natural de Armañón.
También son recomendables el itinerario megalítico de Haizko, para admirar los dólmenes de Fuentellano, la necrópolis de La Cabaña y otros restos prehistóricos, o seguir el trazado de la antigua calzada romana que discurría por Balmaseda, la Casa de Juntas de Abellaneda y Sopuerta, de la que aún se conservan algunos tramos.
Los que viajan en familia tienen, además, la alternativa del Parque ecológico ‘Karpin Abentura’, un amplio espacio natural que funciona como centro de recuperación de fauna, donde es posible ver animales como osos, ciervos, jabalíes o lobos.
Qué ver en la ruta
Qué hacer