Tren Transcantábrico en la playa de San Antolín, Llanes (Asturias) © Renfe
Interior del Tren Transcantábrico © Renfe
Ferrocarril del Expreso de la Robla © Renfe
Interior del Expreso de la Robla © Renfe
Tren Transcantábrico al paso de Treto (Cantabria) © Renfe
Tren Transcantábrico © Renfe
En España la experiencia de vivir un gran viaje en un tren clásico no es un sueño romántico que solo sucede en el cine o en los libros. En nuestro país es posible conocer el patrimonio, el paisaje y la gastronomía del norte de España disfrutando de un viaje muy especial, con todas las comodidades sobre raíles y rodeado de un particular encanto de ferrocarril histórico. Sin duda, un plan de lujo para unas vacaciones diferentes.
Existen distintos trenes turísticos que realizan rutas por Galicia, Cantabria, Asturias, País Vasco y León. Funcionan normalmente durante los meses de primavera, verano y otoño y cuentan con guías multilingües. Son trenes con todas las comodidades y servicios para viajar a pleno confort, que además evocan el espíritu y el encanto de los trenes clásicos. El trayecto en tren se suele completar con un autocar de apoyo para conocer las principales ciudades del recorrido y realizar distintas excursiones y visitas programadas.
Imagine un viaje en un hotel de lujo sobre raíles, que le traslade a los años 20 del siglo pasado. Eso es el Tren Transcantábrico: sus coches-salones son los coches Pullman originales de 1923, auténticas joyas del patrimonio histórico-ferroviario especialmente decorados y ambientados. El trayecto dura ocho días y va de San Sebastián hasta Santiago de Compostela o viceversa. Pasa por destinos como Bilbao, Santander, Gijón, Comillas, Oviedo o Santillana del Mar, entre otros, e incluye visitas al Museo Guggenheim Bilbao, a los Lagos de Covadonga y a la Neocueva de Altamira.
Son seis días recorriendo las regiones de la llamada España Verde (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) en coches y salones cuidadosamente remodelados. El trayecto, desde Bilbao a Santiago de Compostela, o viceversa, contempla mar, montaña, grandes ciudades y villas marineras. Un viaje con paradas imprescindibles como el Museo Guggenheim Bilbao o los Picos de Europa, o visitas a pequeñas poblaciones con mucho encanto como Cangas de Onís, Luarca o Ribadeo, entre otras.
La decoración clásica y acogedora del tren es una buena compañía en este viaje en ferrocarril por tierras del Camino de Santiago. Existen dos itinerarios: la “Ruta de la Robla” y la “Ruta del peregrino”. La primera, la Ruta de la Robla, es un recorrido de 3 días, desde Bilbao a León, o viceversa, ideal para disfrutar un fin de semana. Incluye la visita al complejo de Ojo Guareña, la iglesia de San Martín de Frómista y la villa romana de La Olmeda en los parajes del Románico Palentino, o la bella Colegiata de San Isidoro en León.
El segundo trayecto, la Ruta del Peregrino, son seis días. Parte de Oviedo y llega a Santiago de Compostela, para volver de nuevo en tren a Oviedo. El viaje combina etapas a pie con visitas y excursiones, para los que deseen realizar el Camino de Santiago y obtener “la Compostela”. Las etapas a recorrer se corresponden con las del llamado Camino de Santiago Inglés, que se inicia en Ferrol. Mientras, los viajeros que no deseen caminar descubrirán localidades como, por ejemplo, Ortigueira, Viveiro o el punto más septentrional de la península Ibérica, el cabo de Estaca de Bares.
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