Pieza realizada en cerámica de Talavera © Turespaña
Es uno de los signos de identidad de la ciudad de Talavera de la Reina. Se puede seguir su evolución en la Basílica de la Virgen del Prado y en el Museo de Cerámica “Ruiz de Luna”. El proceso de fabricación artesanal de la cerámica de estilo talaverano ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Los hornos talaveranos fueron los pioneros en instaurar las técnicas renacentistas. Esta escuela histórica y tradicionalmente artesanal comenzó su esplendor en el siglo XVI, con una producción cerámica de vajillas y azulejería adquirida incluso por Felipe II. Muchas de estas piezas se exportaron a América y Europa y otras se pueden encontrar hoy en el Palacio Real de Madrid o en el Monasterio de El Escorial.
Durante el siglo XVII esta industria alcanzó su “Edad de Oro”. Dentro de la loza talaverana se distinguen dos corrientes: el tipo culto de los siglos XVI y XVII (decorado con temas galantes, cinegéticos y alegóricos y con una factura esmerada) y el popular de los siglos XVIII y XIX (con trazos gruesos, extensión del motivo decorativo y simplificación de las líneas de las cenefas).
La ciudad posee actualmente múltiples talleres de cerámica, un Centro de Promoción de la Artesanía y organiza la Bienal Internacional de Cerámica Ciudad de Talavera.