Una de las obras maestras del cubismo analítico
Esta composición piramidal en abanico muestra un personaje portando un instrumento musical, del que sólo podemos descifrar los signos básicos. La estructura está construida con el ritmo de unas cuantas líneas rectas y curvas. Los colores, aplicados con una técnica neoimpresionista, se reducen a una amplia gama de ocres y grises, con los que logra asombrosos contrastes tonales y efectos pictóricos.
Aunque Picasso somete al personaje a una descomposición formal extrema que obliga a una lectura abstracta, mantiene la colocación vertical de la figura como en el retrato convencional.
Características de la obra
Objeto
Cuadro
Dimensiones
106 x 69 cm
Técnica
Óleo
Materia
Lienzo
Iconografía
Música