Pintado en 1907 durante la estancia de Sorolla en La Granja de San Ildefonso, refleja el interés del pintor por el tema del jardín y desprende instantaneidad como si se tratara de una fotografía.
Representa a su hija pequeña saltando a la comba junto a otras niñas alrededor de una fuente de uno de los jardines del Palacio Real segoviano. Durante su estancia en La Granja, Sorolla utilizó el jardín como fondo de las composiciones o como auténtico protagonista de sus cuadros.
La instantaneidad de esta obra se consigue gracias al movimiento de todas las figuras que ha quedado detenido en un momento. A esa sensación contribuye la propia composición y las figuras que corren alrededor del estanque. Destaca su hija, en primer plano, captada en pleno salto, como indican la sombra proyectada en el suelo y la cuerda apenas visible con la que juega. La propia iluminación, con la luz del sol filtrándose entre la vegetación, y los rasgos indefinidos acentúan la impresión de visión fugaz.
Características de la obra
Objeto
Cuadro
Dimensiones
Altura = 105 cm; Anchura = 166 cm
Técnica
Óleo
Materia
Lienzo