La iconografía de la Virgen sentada con el Niño es una figuración usual en la creación de Cano. Surge en su etapa en Madrid y a partir de 1640 realizará las mejores obras.
La figura adormecida del niño refleja el gusto clásico característico del arte de Cano en la creación de imágenes de niños. La composición sigue un grabado de Alberto Durero. La Virgen posee un rostro bello y juvenil. Al fondo, se aprecia un paisaje montañoso donde plantas y vegetación se han trabajado con detallismo. En su cabeza brilla un punto luminoso, como un lucero distante. La fascinación de Cano por la pintura veneciana es evidente en los detalles, como el reflejo de la luz crepuscular en las nubes o la montaña azulada de la lejanía.
Características de la obra
Objeto
Cuadro
Dimensiones
163 x 109 cm.
Técnica
Óleo sobre lienzo.