La representación de El Salvador encabeza una de las series más singulares de la producción tardía de El Greco: “El Apostolado”
La figura de El Salvador, bendiciendo frontalmente, remite a los Pantócrator bizantinos del primer periodo de formación de El Greco.
El artista consigue, al igual que en el resto de figuras de apóstoles, aportar una versión libre de un asunto recurrente en la iconografía cristiana desde la época medieval, que ahora hay que interpretar en relación con los encargos particulares de pequeños lienzos para la devoción particular.
Técnicamente, la figura de El Salvador es una de las obras más terminadas de esta serie, con matizaciones de mayor delicadeza y elaboradas. Es la más completa y serena del conjunto y se repite, mucho más dura y áspera, en El Apostolado de la Catedral de Toledo, que evidencia la mano de los oficiales.
Características de la obra
Origen/Procedencia
Monasterio de San Juan de los Reyes
Objeto
Cuadro
Dimensiones
Altura = 100,4 cm; Anchura = 80,2 cm
Técnica
Óleo
Materia
Lienzo