Un ensayo muy personal sobre “El Quijote”, la magna obra de Miguel de Cervantes, por parte del que fue uno de los más ‘quijotescos’ intelectuales que ha dado la cultura española.
El filósofo y literato Miguel de Unamuno publicó este canónico trabajo sobre “El Quijote” coincidiendo con el tercer centenario de la aparición de su primera parte (1605). Se trata de un original alegato en defensa del personaje de ‘Don Quijote’ y de su oficio caballeresco.
Como fue habitual a lo largo de su trayectoria literaria, Unamuno utilizó la escritura como excusa —o método de indagación— para sus inquietudes intelectuales y filosóficas. Por ese motivo, ‘Don Quijote’ aparece tratado aquí bajo la lupa filosófica de la corriente existencialista. En cambio, a su autor, Cervantes, lo trata de manera secundaria, y a veces con cierta animadversión.
Unamuno no sólo retrata, sino que exalta e incluso venera la figura del ‘ingenioso hidalgo’, al que llega a convertir en una especie de “pseudo-Dios” o “pseudo-Jesucristo” en quien depositar su caudalosa fe religiosa.