La publicación de este “Romancero gitano”, un conjunto de dieciocho romances, le otorgó al poeta y dramaturgo Federico García Lorca un éxito y una popularidad inmediatos.
Se trata de una serie de poemas, compuestos con la métrica y el estilo de los romances, que abordan temas vinculados con Andalucía y los gitanos, a través de metáforas y símbolos —la luna, los cuchillos, los colores (verde, negro, blanco), el caballo, el agua o el espejo— que traslucen las preocupaciones obsesivas presentes en la mayor parte de su producción: el amor y la pasión, la muerte y la libertad.
El “Romancero gitano” establece de nuevo una síntesis entre la tradición popular del romancero y la poética culta, que se manifiesta en la presencia de imágenes vanguardistas —alejadas de todo costumbrismo o folclorismo— y en la exposición de la acción dramática, que no se ofrece de manera completa, sino a través de sutiles referencias que la sugieren, al modo de las coplas.