Fruto de las vivencias experimentadas en los Estados Unidos fue “Poeta en Nueva York”, considerada por la crítica actual la obra más relevante de la producción poética de Federico García Lorca.
El viaje que García Lorca emprendió a América en 1929-1930 supuso un punto de inflexión en su trayectoria poética. Su estancia en los Estados Unidos fue determinante para la depuración y posterior evolución de su estilo, que abandonó su vinculación con la poesía popular y tradicional para adscribirse a la formulación de vanguardias.
En “Poeta en Nueva York”, publicado diez años después, Lorca expone su denuncia de la crueldad, la deshumanización y la alienación de la vida en la gran ciudad norteamericana, símbolo de la civilización tecnológica que se desarrolla a costa de los seres más débiles, representados por los niños, los negros y los animales. El uso del verso libre se adecua acertadamente a la descripción del caos de la vida urbana, al igual que la utilización de imágenes insólitas de raigambre surrealista.