Revolucionaria obra de Santiago Rusiñol en la que conjuga imagen y texto para exponer la ascensión de la burguesía catalana y la concepción modernista del artista.
Publicada por primera vez en 1907, se trata de una novela modernista, concebida por el artista Santiago Rusiñol con la ayuda de Ramón Casas en la parte gráfica y de Gabriel Alomar en el texto.
Se trata de una obra de gran novedad, pues conjuga el cuadro de costumbres del siglo XIX con el género de la ‘auca’ (‘aleluya’), consistente en una sucesión de imágenes acompañadas por versos. En este caso, la obra está formada por 27 imágenes acompañadas de sendas composiciones métricas de dos versos y rima consonante, llamados ‘rodolins’.
En la obra, Rusiñol narra cómo el Señor Esteve, alter ego de su padre, llega a convertirse en el arquetipo de la burguesía catalana, mientras que ve con desagrado cómo su hijo, el propio artista, quiere dedicarse a la pintura. Rusiñol manifiesta en esta ‘auca’ la relación entre el artista y la sociedad en el periodo modernista.