La primera obra maestra del compositor Manuel de Falla en su etapa granadina, una ópera de cámara con marionetas y personajes reales, adaptación de uno de los episodios de ''El Quijote''.
Realizada por encargo de la princesa de Polignac, se estrenó en versión de concierto en Sevilla el 23 de marzo de 1923, y el 23 de junio de ese mismo año se representó por vez primera en París. El lenguaje musical del maestro Falla alcanzó cotas de máxima calidad con una enorme economía de medios.
Consta de un acto en ocho fragmentos, con tres cantantes y varias marionetas. Está inspirada en un episodio de “El Quijote”, en concreto de los capítulos XXV y XXVI de la segunda parte. El titiritero ‘Maese Pedro’, al frente de su retablo de marionetas, escenifica la historia de ‘Melisendra’, esposa de don ‘Gaiferos’, cautiva a la sazón del rey moro ‘Marsilio’; liberada por su esposo, la persecución final de los moros es interrumpida por ‘don Quijote de la Mancha’, que arremete contra el teatro de títeres.