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Esta iglesia es una de las construcciones mudéjares más antiguas de España, y constituye un espléndido ejemplo de mezcla entre diversas artes constructivas.
En este caso, esa mezcla se da entre lo románico y lo mudéjar, como se hace evidente en la torre, lo más destacado del templo. De planta cuadrada y tres cuerpos de altura, empezó a construirse en la segunda mitad siglo XII con la piedra sillar clásica del arte románico, y al llegar al segundo cuerpo fue sustituida por el tradicional ladrillo mudéjar, ya en el siglo XIII. La decoración es muy austera. También es románico su ábside, semicircular, en el que se abren tres estilizadas ventanas entre contrafuertes.
El cuerpo de la iglesia, no obstante, fue profundamente remodelado a principios del siglo XVIII, en estilo barroco, cuando se decidió también cambiar la orientación del templo. Consta de tres naves de tres tramos, de igual altura y cubiertas con bóvedas de crucería.
