
En la ciudad histórica de Toledo, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, se encuentran templos, museos y edificios de casi todos los estilos.
Al casco viejo de Toledo se accede atravesando cualquiera de las monumentales puertas de su muralla como, por ejemplo, la de la Bisagra, la de Alcántara o la del Sol. Conviene dedicarle tiempo a la Catedral: sus espectaculares capillas, su coro o las pinturas de su sacristía lo merecen. Al lado descubrirá los edificios renacentistas del Palacio Arzobispal y del Ayuntamiento. El Alcázar, sede del Museo Nacional del Ejército, es otro punto emblemático. Por la Judería, llegará a la Casa-Museo del Greco y a las sinagogas de Santa María la Blanca y del Tránsito, que acoge el Museo Sefardí. Recuerdo del pasado islámico de la ciudad es la Mezquita del Cristo de la Luz. Pero la lista de visitas se puede ampliar todavía más: entre otros sitios, el Monasterio de San Juan de los Reyes, el Museo de Santa Cruz o la Iglesia de Santo Tomé, donde se ubica el famoso cuadro de El Greco “El Entierro del Conde de Orgaz”.