En una humilde pedanía aparecen como por encanto dos magníficas y sencillas iglesias románicas. La de San Martín es la más interesante y la mejor conservada.
Fue restaurada con gran acierto en la década de 1980. Consta de una nave, presbiterio y ábside semicircular, al que se abre un vano de medio punto sobre pareja de columnillas, cuyos capiteles están esculpidos con animales (cuadrúpedos y aves bicéfalas); cuenta con un guardapolvos con puntas de diamante.
La portada, también de medio punto, consta de cuatro arquivoltas decoradas con motivos florales y geométricos, que descansan sobre columnas y capiteles esculpidos con animales (y un hombre al que le muerde un lobo).
Está protegida por una grácil galería porticada, con siete arcos de medio punto que guardan armonía y simetría, que se sostienen por columnas geminadas o cuádruples. Sus capiteles muestran decoraciones vegetales. En el interior, su ábside conserva restos de pinturas murales (siglo XII
Información práctica
Horarios
Sábado
De 10:00 a 14:00
De 16:00 a 19:00
Domingo
De 10:00 a 14:00
Tarifas
Entrada gratuita