
El recinto intramuros de la ciudad, junto con el Barrio del Castillo, el Barrio de San Antón y el Barrio de Tiradores, están declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Antes de entrar en la ciudad, merece la pena pararse a observarla en la distancia, porque la panorámica de verla “suspendida” sobre las rocas es todo un espectáculo. Desde el Convento de San Pablo, actual Parador de Turismo, podrá disfrutar de la vista, con el Puente de San Pablo y las emblemáticas Casas Colgadas desafiando a las alturas. El recorrido por las calles, plazas y pasadizos del centro histórico permite contemplar un amplio muestrario de palacios, iglesias, conventos, torres y edificios de diferentes estilos artísticos. Destacan, entre otros sitios, la Catedral, la Plaza Mayor, el Ayuntamiento, la Torre Mangana, la Iglesia de San Miguel o la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias. También conviene acercarse a las Casas Colgadas para ver la importante colección de arte contemporáneo que posee el Museo de Arte Abstracto Español, instalado en su interior.