
La ciudad vieja de Ávila y sus iglesias extramuros están declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. Su monumento más emblemático, las murallas, destacan por su excelente estado de conservación.
El recorrido por la muralla de Ávila, con sus más de 2,5 kilómetros de longitud, sus 88 torres y sus más de 2.000 almenas es toda una experiencia. De entre sus nueve puertas sobresalen la del Alcázar o la de San Vicente. Empotrado en la muralla encontrará el ábside de la Catedral, iniciada en el año 1091. Tampoco hay que perderse la Basílica de San Vicente, ejemplo de transición del románico al gótico. De estilo románico verá iglesias como las de San Pedro, San Nicolás, San Segundo, San Esteban, San Andrés, San Martín o Santo Tomé. También abundan los conventos y monasterios: las Gordillas, Santo Tomás, San José, la Encarnación o Santa María de Gracia son algunos ejemplos. Los tres últimos, además, están muy vinculados con la figura de Santa Teresa de Jesús. Sus numerosas casas nobles y palacios son un atractivo más de la ciudad. Mansiones de los Velada, los Verdugo, Polentinos o Valderrábanos, entre otras, merecen una visita.