La actitud y el estatus de los artistas ante la posmodernidad y su evolución ha cambiado radicalmente desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La complejidad del mundo resultante de las cenizas de aquella guerra tiene su particular correspondencia con la aparición, la mezcla y la efímera vida de corrientes estéticas o de posturas ideológicas en un mundo cada vez más globalizado. España, los creadores españoles, no querrán quedarse al margen del veloz desarrollo de la vanguardia artística de cada momento, y pondrán su genio al servicio de la pura modernidad, para lo que contarán con nuevas tecnologías (la informática y el mundo digital) y formas de interactuar y difundir su obra (televisión, internet).