Un viaje a la Luna
Los impresionantes campos de lava solidificada que conforman la isla de Lanzarote convierten a Timanfaya en la tierra de los volcanes.
Diferentes erupciones volcánicas y actividad magmática a lo largo de la historia, convirtieron estas tierras en lo que son hoy. Desde el mirador natural de Montaña Rajada se puede contemplar un inmenso mar de lava que llega hasta el mismo litoral marino. Es realmente impresionante: ondulaciones, formas estridentes creadas por la lava... Desde entonces sus habitantes han tenido que aprender a convivir con este insólito y hermoso paisaje hasta conseguir cultivar en secano melones, cebollas, tomates e incluso viñas en la zona de La Geria.
Información práctica
Información visitas
El acceso libre a pie sólo está permitido en el litoral del Parque Nacional, a través de una senda que recorre la costa del parque. El resto hay que recorrerlo a través de la organización de los centros de visitantes.
Información medioambiental
El parque se divide en dos ecosistemas: el terrestre y el marítimo. En el primero, dominado por un paisaje lunar, aparecen diversas unidades ambientales, tales como conos de origen volcánico; mar de lavas, tabaibal (zonas antiguas no cubiertas por lavas recientes y en las que abunda la vegetación), cultivos, playas y acantilados. Las formaciones que encontramos en el ecosistema marítimo son: bufaderos y hervideros, bajas, playas negras y lajas. En este singular entorno paisajístico, numerosas especies han desarrollado procesos adaptativos que son objeto de numerosos estudios.
Información cultural
El espectacular y sobrecogedor paisaje ha condicionado la vida del ser humano en sus alrededores. Uno de los elementos culturales más interesantes, perfectamente explicados en los Centros de Visitantes, es la relación de los habitantes de la región con su particular entorno natural a lo largo de la historia.