Nació en Avilés, en 1614. Hijo de un hidalgo asturiano de modestas posibilidades económicas, hacia el año 1625 se trasladó a Madrid, donde ingresó en el taller de Pedro de las Cuevas. En general, sus obras de juventud fueron de temática religiosa, caracterizadas por un acentuado barroquismo, un colorido suntuoso y una pincelada vibrante. Desde 1669, año en que fue nombrado pintor del rey, se dedicó esencialmente al retrato y se convirtió en un fiel intérprete de la corte de Carlos II. Dejó numerosos retratos del monarca, dominados por la severidad, y también retratos de muchos otros personajes de la corte, dotados de mayor movimiento y vivacidad. Los del Duque de Pastrana y el del embajador ruso Potemkin, constituyen verdaderas obras maestras. Murió en Madrid, en 1685.
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Inés de Zúñiga, Condesa de Monterrey
El retrato de Inés de Zúñiga, condesa de Monterrey, representada hacia los veinte años, está considerado uno de los más bellos retratos de su autor y su tiempo.
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Museo Lázaro Galdiano (Madrid) -
Aparición de la Virgen y el Niño a San Francisco
El cuadro es obra de uno de los pintores de Corte más importantes del siglo XVII, con su estilo característico y avalado con su firma.
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Museo de Guadalajara (Guadalajara)
Otras obras destacadas
- Piotr Ivanovich
- Potemkin
- Duque de Pastrana
- La reina viuda doña Mariana de Austria
- El bufón Francisco Bazán
- Carlos II en el Salón de los Espejos
- Fundación de la Orden de los Trinitarios
- Magdalena penitente